En las zonas pobladas y más afectadas, se encuentran aquellas en las que el consumo y la disponibilidad de alimentos se ven afectados por el comportamiento de la producción de la canasta básica y los factores que determinan su sostenibilidad y suficiencia (Planeación Nacional, 2020).
Alan Bojanic, representante de la FAO en Colombia(sept, 2022), dijo que no se podían desconocer los esfuerzos que el Gobierno realiza en cuanto a seguridad alimentaria. Agregó que tampoco cumplió con su objetivo la comparación de la situación de hambruna que se hizo entre Colombia y países como Yemen, Sudán del Sur, Nigeria y Etiopía.
Efectivamente, la situación en nuestro país no es tan grave como la de otros estados mencionados en el informe de la FAO, pero la realidad es que el hambre sí sigue siendo un problema en Colombia.
Un reciente estudio sobre inseguridad alimentaria infantil que realizaron la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (Ábaco) y la Cámara de Alimentos de la Asociación Nacional de Industriales (Andi) estableció que el 54.2 % de los hogares en todo el territorio nacional presenta inseguridad alimentaria. Esto último también sufrió un impacto a causa de la pandemia, pues según cifras del Dane, antes del inicio de la cuarentena por el coronavirus, en el país el 11,9 % de los colombianos consumían menos de tres comidas al día; pero para septiembre de 2020 la cifra ya estaba en 30% y se mantuvo hasta julio de 2021.
Esos datos significan, a grandes rasgos, que aproximadamente 21 millones de ciudadanos colombianos no logran acceder a las tres comidas básicas del día. Esto también es un reflejo de la pobreza económica en los hogares que, según el Dane, actualmente está en un 42.5 % y tiene la consecuencia de que el poder adquisitivo de los colombianos para comprar productos de la canasta familiar es cada vez menor.
Fuentes; Fao, Naciones Unidas, Planeación Nacional, Dane, Universidad Nacional de Colombia
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