lunes, 6 de febrero de 2023

200 AÑOS N DE LA FUNDACIÓN DEL COLEGIO REPUBLICANO DE SANTA LIBRADA DE CALI

 200 AÑOS SE CUMPLEN DE LA FUNDACIÓN DEL COLEGIO REPUBLICANO DE SANTA LIBRADA DE CALI


Siendo enero de 1823, el proyecto del Colegio Santa Librada de Cali y de otras ciudades colombianas, fue ordenado por Simón Bolívar, Libertador y Presidente de la Gran Colombia. La norma ordenó que todos los conventos menores pertenecientes a la Iglesia Católica fueran las sedes de estos colegios. 

En el caso de Santiago de Cali, el convento de San Agustín, obra arquitectónica cuya construcción se inició en 1581, se convirtió en la sede del Colegio Republicano de Santa Librada. Contiguo al Colegio, funcionó su Iglesia simbólica de Nuestra Señora de la Gracia, de la misma antigüedad que el convento.

Este convento estuvo ubicado en las doa manzanaa de la Calle 13 entre carreras 2 y 4 de esta ciudad. Allí funcionó hasta su absurda demolición en estado ruinoso, pasando sus terrenos a manos de una sociedad comercial, la cual destinó los mismos a la construcción de unos locales comerciales.

Según reconocidos cronistas e historiadores, "desde su fundación el colegio Republicano de Santa Librada se convirtió en la más importante fuente del conocimiento, de la enseñanza de las ciencias naturales, matemáticas, humanidades, artes y oficios, y a él se vincularon como sus profesores destacados profesionales, muchos de ellos formados en Europa y que habían estado comprometidos con la causa de la Independencia.

Su primer rector en Cali, fue el sacerdote Franciscano Fray Mariano del Campo Larrahondo, que se había comprometido con la causa de la libertad. Fray Campo, después de ser expulsado de Quito, al llegar a Cali fue nombrado rector de este grandioso colegio, por su débil salud y avanzada edad, siendo luego reemplazado por otro Franciscano, Fray Pedro de Herrera, igualmente comprometido con la causa de la libertad, la ciencia y la cultura.

El 18 de octubre de 1829 inició sus labores con pocos estudiantes, cuyo número fue aumentando hasta convertirse en el Colegio más importante de toda la región, integrado por jóvenes de los diferentes grupos sociales, provenientes de Cali y poblaciones cercanas.


El Colegio Republicano de Santa Librada, desde su fundación, centró sus esfuerzoss en la construcción y ejecución de un modelo educativo que contribuyera al fortalecimiento de la Nueva República. Dio apertura a las grandes corrientes científicas, literarias, filosóficas y humanistas. Fue así como en 1849 contaba con una volumniosa y actualizada biblioteca, con especialidades en todos los campos del conocimiento. Contó además con muy completos laboratorios de ciencias naturales, física, matemáticas y química. Se logró además que el gobierno Nacional le autorizara expedir títulos en Ingeniería, Medicina y Jurisprudencia, después de que ante un riguroso y selecto jurado, los estudiantes “sufrieran y aprobaran las rigurosas pruebas” (así se leía en el diploma) a que eran sometidos quienes querían optar por estos títulos.

Muchos de estos egresados, en su condición de ilustres profesionales participaron en importantes obras de la ciudad, entre ellos Fray Ignacio Ortiz quien participó en el diseño y construcción del puente Ortiz, símbolo de la ciudad, sobre el rio Cali, que permitía unir la parte principal de la ciudad en ese entonces con el llamado norte.

Toda la historia del Colegio Republicano de Santa Librada, está cimentada con los fundamentos de lo que representa verdaderamente no solo los orígenes, sino también la vallecaucanidad.

Varios años después, como consecuencia de las innumerables guerras civiles, el colegio fue convertido en cuartel. Esto le ocasionó graves daños en sus diferentes instalaciones. Sin embargo, logró mantener su importancia como centro de formación de grandes personalidades como el escritor Eustaquio Palacios, Manuel Carvajal Valencia, quien posteriormente fue profesor y rector del mismo.

La lista de personajes ilustres egresados del mismo es interminable y lo significativo es que los grandes movimientos políticos que se dieron en la nación tuvieron como escenario importante el colegio Republicano de Santa Librada.

Cortesía El Tiempo.com

Después de la llamada Regeneración encabezada por Rafael Núñez en 1886, que le puso fin  al federalismo en Colombia, pero que significó en la realidad la imposición del conservatismo más radical en Colombia y de la hegemonía católica con la firma del  concordato, se determinó el cierre del glorioso colegio por un periodo aproximado de una década, reiniciando labores posteriormente bajo el rectorado de su bachiller egresado, Manuel Carvajal Valencia.

Sin embargo, las condiciones políticas determinaron que nuevamente fuera cerrado. Su administración fue entregada a la comunidad de los hermanos Maristas de Francia, quienes con una gran visión comercial y de beneficio para su comunidad, aprovechando muchos de los elementos de dotación del colegio, construyeron e inauguraron el conocido colegio de Cali San Luis Gonzaga, que sirvió para que muchos jóvenes de esas familias adineradas y raizales y de cierta prestancia que habían iniciado su formación en el colegio de Santa Librada, pasaran a ser estudiantes del nuevo colegio de la comunidad religiosa. De este hecho es bueno resaltar dos situaciones:

  • Los miembros de esta comunidad religiosa en su mayoría poseían grandes conocimientos en materia de encuadernación, elaboración de cuadernos, materiales didácticos, imprenta y tipografía, que fueron aprovechados por Don Manuel Carvajal Valencia e iniciara desde entonces el jugoso negocio que después se identificaría con el lema “Carvajal hace las cosas bien”.
  • Muchos de los miembros de esta comunidad Marista fueron seducidos por  las jóvenes de estas familias prestantes de la ciudad de Cali, por eso hoy el apellido original está acompañado de apellido francés.

Después de la llamada Guerra de los Mil días, y a inicios del siglo XX, el histórico colegio republicano recobra esa dinámica que siempre lo caracterizó y aprovechando la coyuntura generada por la dictadura del General Rafael Reyes y su propuesta de reforma Constitucional que fue aprobada posteriormente en 1910, un ilustre egresado, que además había sido profesor y siendo luego rector, Euclides Riascos, propuso la creación del Departamento del Valle del Cauca, convirtiéndose en una realidad en ese año, lo cual nos permite afirmar que fue en el Colegio de Santa Librada donde se gestó y se hizo posible la existencia de nuestro Departamento.

Desde entonces el Colegio Republicano de Santa Librada es realmente la esencia de la Vallecaucanidad:

  • El primer gobernador Pablo Borrero Ayerbe, gran parte de su formación la recibió en el colegio.
  • El primer obispo de Cali, cuando se creó el Departamento, Eladio Posidio Perlaza fue bachiller del colegio.
  • Cuatro presidentes de Colombia (encargados), Manuel María Mallarino, Eliseo Payán, Jorge Holguín y Carlos Holguín también son egresados del colegio.

Es tan significativa la historia de este querido colegio, que en 1928, ante la crisis de la hegemonía conservadora bajo el gobierno de Miguel Abadía Méndez, como consecuencia de la masacre de las bananeras, no fue posible la realización en la capital de los primero Juegos Deportivos Nacionales y el evento debió realizarse en la ciudad y los deportistas representativos de la región fueron los estudiantes de los diferentes grados del colegio republicano de Santa Librada con los colores de sus uniformes rojo y blanco, y desde esa fecha son los representativos de las delegaciones deportivas del Valle del Cauca.

Otro hecho de gran significación es el origen del simbólico equipo popular América, con los estudiantes del colegio y también el origen de la famosa leyenda del garabato con su maldición pues fue su bachiller Benjamín Urrea quien la profirió cuando fue reemplazado por jugadores afrodescendientes, que al enfundarse el uniforme rojo fueron llamados despectivamente “los diablos rojos”.

En el colegio Republicano de Santa Librada no solo se gestaron y materializaron los procesos pedagógicos más significativos de Colombia. Todas las corrientes pedagógicas y origen de las Instituciones Educativas más importantes surgieron al interior del colegio.

En 1943 su rector Mario Carvajal, bachiller del colegio e hijo de don Manuel Carvajal Valencia, después de haber sido ministro de Educación, presenta el proyecto para crear el Instituto Tecnológico del Valle, el cual se hace realidad en 1945, y se convierte en nuestra simbólica y querida Universidad del Valle. En esa lucha estuvo acompañado por dos profesores del colegio, Tulio Ramírez y Antonio José Camacho. Fue precisamente ese año cuando fue contratada la Misión Alemana para que implementara el modelo de educación técnica e industrial, misión encabezada por el científico Alberto Hartman, quien haciendo experimentos en el laboratorio sufrió un considerable accidente. Y terminó vinculado a la Universidad del Cauca. Aprovechando esta coyuntura en el Colegio Republicano de Santa Librada, el profesor Antonio José Camacho desarrolla el proyecto que se convertiría en la importante escuela de artes y oficios de Cali que posteriormente se le asignó su nombre como Colegio Industrial Antonio José Camacho y el profesor Tulio Ramírez se le honró haciéndole un importante reconocimiento en la Universidad del Valle.

En sus instalaciones también surgieron la Universidad Santiago de Cali, la Normal de Varones, el Colegio Intenalco, entre otras.

Es importante recordar que, en 1936, un ilustre egresado, Demetrio García Vázquez, siendo gobernador del Valle, para conmemorar el cuarto centenario de la fundación de la ciudad, ordenó la realización de tres obras:

  • La elaboración de una estatua de cuerpo entero de Sebastián (Moyano) de Benalcázar para que fuera ubicada en el sitio que ocupa actualmente.
  • Recuperación de la torre Mudejar, con sus arabescos originales que forma parte del convento de San Joaquín.
  • Y la elaboración e instalación de los tres bustos de las personalidades que se sacrificaron por la independencia: Manuel Santiago Vallecilla, Antonio Nariño y Antonio de Illera, realizados por el maestro Acuña con mármol de Carrara y colocados inicialmente en el Paseo Bolívar. Después de sufrir abandono fueron reubicados en el interior del colegio por el rector Miguel Camacho Perea, en la década del 60 del siglo pasado.

Pero también es preciso indicar que, en el año de 1942 durante el gobierno de Eduardo Santos, se inauguró la actual sede y se designó como su rector al educador Andrés J Lenis. Esta sede se construyó con un estilo arquitectónico muy propio, con abundantes arcos, con su piscina reglamentaria y demás instalaciones deportivas, instalaciones que hoy forman parte del patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad, sede en la que se formaron también esas grandes personalidades que enorgullecen al Departamento.

Toda la historia del Colegio Republicano de Santa Librada es una página que debemos estudiar y nos debe llenar de orgullo.

El doctor Evaristo García, bachiller del colegio, después de haber estudiado medicina en Francia y haberse formado en uno de los primeros epidemiólogos regresa a la ciudad y gestiona la construcción de un hospital que con el tiempo se convierte en el más importante de la región, el Hospital Universitario del Valle el cual lleva su nombre.

La lista de bachilleres es interminable y es importante recordar: a los poetas Ricardo Nieto, Isaías Gamboa, Jota Mario Arbeláez. Al dramaturgo de importancia universal Enrique Buenaventura y sus hermanos, el historiador y pedagogo Nicolás Buenaventura, el actor Alejandro Buenaventura. Los periodistas Alfonso Bonilla Aragón (Bonar) y Phanor Luna, los hermanos Milton y Abraham Mora, los dirigentes políticos Antonio Navarro Wolff, Armando Holguín Sarria, Álvaro Mejía López, Mario

Suarez Melo y otros que han ocupado importantes cargos en el Gobierno, en la Diplomacia, en los Tribunales y Altas Cortes.

Al cumplirse la celebración de sus 200 años, la autoridad que me da la experiencia y mi desempeño como profesor por casi 20 años en el colegio testimonio que soy actor directo de cuatro hechos:

  1. Haber tenido como rector a tres ilustrísimos personajes:

Faber Maldonado Ortiz, Roberto Avendaño D´Horta y Ramón Ignacio Atehortúa.

  • Haber sido el abogado del Colegio Republicano de Santa Librada en 1985 para conseguir junto con el profesor Jairo Giraldo, que en el último debate en el Congreso se archivara el proyecto de ley que desafectaba los terrenos del colegio de la actual sede, para pasar a manos de la mal llamada “Fundación de amor a Santa Librada”, que hubiera trazado la misma suerte que corrió la sede original en el convento de San Agustín.
  • Organicé el Archivo Histórico del colegio con el apoyo del doctor Faber Maldonado Ortiz y la colaboración valiosa de los mejores estudiantes del grado 11, trabajando durante un año, restaurando, clasificando y organizando los documentos que fueron posteriormente encuadernados en los diferentes tomos. Este lugar se convirtió en lugar de estudio e investigación de Instituciones e historiadores.
  • Tengo el honor de haber recuperado, restaurado y entregado el libro original de la Fundación del colegio, al doctor Ramón Ignacio Atehortúa, a su llegada como rector.

Puedo afirmar que el colegio Republicano de Santa Librada, desde sus orígenes se materializó su grandiosidad histórica sin embargo, hoy con dolor puedo afirmar que

esta ha sufrido un declive que la ha colocado al borde de la ruina. Su actual administración rectoral además de ineficiente e inoperante se convirtió en una especie de ceremonia fúnebre para enterrar este patrimonio histórico y cultural de la ciudad, pues no se trata de justificar la incapacidad endilgándole a las administraciones municipales, departamentales o nacionales sino autocríticamente se debe asumir la responsabilidad de una falta de gestión ante organismos nacionales e internacionales (Ministerio de Cultura, Unesco y Universidades Internacionales).

Aún en estas terribles circunstancias me atrevo a gritar a todo pulmón con orgullo:

¡Hoy, mañana y siempre, Santa Librada presente!